El futuro de las pensiones

Una pensión es una prestación económica que reciben mensualmente los trabajadores, dependientes o independientes, en el momento de su retiro laboral con base en los aportes que hicieron a un fondo de Pensión Obligatoria durante su vida laboral.

El sistema de pensiones español es un sistema de reparto y de prestación definida, el cual se financia en base a las cotizaciones sociales de los trabajadores y las empresas actuales. El mayor de los gastos que tiene que asumir el sistema de pensiones se debe al pago de las prestaciones por jubilación. Para analizar la situación en la que se encuentra el sistema público de pensiones español, vamos a examinar los indicadores más perdurable en la influencia de los ingresos y los gastos del sistema.

Los componentes que influyen en los ingresos del sistema de pensiones son tres:

• El número de cotizantes 

• El periodo de actividad 

• El importe de las cotizaciones

El número de cotizantes se ve afectado por múltiples elementos, entre los que destacan el descenso de la natalidad, la inmigración y los efectos de la incorporación de la mujer en el mercado de trabajo

Descenso de natalidad:

El descenso experimentado por la disminución de la natalidad, es uno de los fenómenos que más ha afectado en el problema del envejecimiento de la población en toda Europa

Los gastos del sistema de pensiones dependen de los siguientes indicadores:

• Número de pensionistas 

• Número de años en los que se recibe la pensión 

• El importe de la prestación media

El aumento del número de pensionistas y el incremento del importe de la pensión media se ven influenciados por variados elementos, como el efecto baby-boom, el aumento de la esperanza de vida, el incremento de la población mayor y la tasa de dependencia,

La esperanza de vida de los mayores de 65 años ha ido aumentando con el paso del tiempo, en España y en los países europeos. Dicho aumento creará dificultades en los sistemas de pensiones públicas. Una población que se jubile de media a los 67 años y en la cual se vaya elevando cada vez más la esperanza de vida después de la jubilación, implicará que las pensiones se tengan que pagar por un periodo más largo, aumentando mucho el gasto del sistema de la Seguridad Social. Actualmente, los mayores de 65 años tienen una esperanza de vida después de la jubilación en España de 20.51 años, y en Europa de 19.5. Se prevé que las cifras aumenten en el futuro como han hecho hasta este momento.

Según las previsiones de la desagregación por grupos de edad, los mayores de 65 aumentan su proporción de 16.97% en el 2002 a un 21.05% en el 2022. Se observa como la población de 0 a 24 y de 25 a 64 en el 2002 representaran un 24,68 % y 54,2 7% de la población. Esto confirma la gran importancia que tiene actuar, en la medida que se pueda, para revertir la situación actual de elevado paro. España debe intentar que cotice la mayor población posible en edad de trabajar. Aunque los efectos que tendrían no conseguiría solucionar por si solo el problema de la solvencia, sí que aportaría efectos positivos en el sistema de pensiones.

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